El Club Deportivo Waterpolo Málaga cierra un año, el 2022, de nuevo; como en toda travesía deportiva, con buenos y malos momentos, pero con una premisa muy clara, refuerza su condición de equipo canterano, promoviendo la pasión por este deporte en la ciudad y en la provincia.

Algunos de los máximos exponentes de este proyecto de cantera son los equipos juveniles. Una franja de edad en la que se aúpa a los más pequeños, por ser su referencia para mantenerse en esta compleja disciplina y ayudarles a evolucionar; al tiempo que son la base fundamental para los primeros equipos de la entidad, que representan a la ciudad en competiciones oficiales regionales y nacionales.

Y es que, sin ir más lejos, los primeros equipos del Club Waterpolo Málaga, en Segunda Nacional el masculino y en Primera Andaluza el femenino, están formados en su mayoría por jugadores y jugadoras juveniles. Incluso con algunos aún más jóvenes, que están realizando una completa transición tras la el paso de otros efectivos más veteranos, que mantienen el barco a flote, y que incluso hacen soñar a la afición de alcanzar cotas mayores en los próximos años.

A nivel de competición, los números están ahí. El equipo de Liga Andaluza juvenil masculina aún no conoce la derrota en esta campaña, logrando cinco triunfos en otras tantas citas del calendario, firmando 68 goles a favor (una media superior a 13 por partido) y solo 23 en contra (sin llegar a cinco goles encajados por duelo).

Este equipo es ejemplo de superación, ya que muchos de sus jugadores son parte fundamental del primer equipo, que ha acabado a lo grande el 2022 en Primera Nacional, pero también juegan en esta categoría juvenil. El compromiso por este deporte y el proyecto de cantera ha llegado a cotas insospechada, hasta el punto de jugar dos partidos oficiales en apenas cuatro horas en dos provincias diferentes; como ocurrió el pasado 10 de diciembre, al ganar además sus compromisos en Dos Hermanas y Jerez.

Un grupo que permite soñar, que además logra seleccionados en los combinados nacionales, como el caso de Saúl Granados para las Jornadas de Tecnificación Juvenil de la Real Federación Española de Natación para esta Navidad; y que está arrancando muchos aplausos en cada partido en la grada.

Siempre con el waterpolo femenino

En féminas, la evolución está ahí. El equipo juvenil sirve de bisagra ante un nutrido grupo de infantiles; siendo el Waterpolo Málaga el único club de España en presentar tres equipos en una categoría oficial, y el primer equipo de Primera Andaluza femenina. En la Liga Andaluza juvenil femenina no han tocado techo aún con un quinto puesto que esperan mejorar, y en su responsabilidad de impulsar al primer equipo femenino, en Primera Andaluza femenina, todavía ocupan puestos bajos en la tabla mientras continua el trabajo.

Y todo este panorama, en mitad de una crisis de instalaciones de cierta gravedad en la ciudad. Con el cierre de Inacua Málaga, viéndose obligados a desplazarse a otras piscinas que no cuentan con los espacios ni horarios habituales para las exigencias de este club y de este deporte, y que ha hecho que en los últimos meses haya menos entrenamientos y apenas se toque balón.

Estas circunstancias han hecho que los grupos se unan más, se aprieten más los dientes para seguir y se aspire a más. Es decir se ha logrado fortalecer más un proyecto de cantera que hará del waterpolo una disciplina consolidada en Málaga.