El Club Deportivo Waterpolo Málaga inició la Fase de Permanencia en la Segunda Nacional masculina con una contundente victoria en el derbi andaluz ante el Waterpolo Chicalana. 20-4 para aumentar en puntos, goles a favor y pocos goles encajados en un partido que podría parecer más difícil de lo que resultó finalmente.
Y es que el primer partido de una nueva fase de competición, siempre es difícil a nivel mental; ya que cada conjunto viene revisando objetivos, afrontando nuevos retos y viendo de qué forma se puede encajar mejor los compromisos. El Waterpolo Málaga ha demostrado que quiere seguir enchufado, amarrar cuanto antes la permanencia y seguir evolucionando y aprendiendo para cotas mayores.
Lo más importante de este partido, en el que las amplias ventajas fueron constantes a favor del equipo local en todo el duelo, era la concentración y no caer en la relajación. Y a pesar de eso, de mostrar una gran superioridad en el juego y el marcador desde el inicio, los de Wil Sánchez mostraron una gran mentalidad ganadora, de querer vencer en cada acción, de estar bien a nivel defensivo y ofensivo y de que la victoria quedara atada desde muy pronto.
No en vano, anotar cinco goles en cada cuarto no es fácil; al igual que estar casi tres cuartos íntegros sin encajar un gol. Y así lo firmó el conjunto de Inacua, con dos parciales muy rotundos en los dos primeros periodos (5-0 y 5-0 para un 10-0 al descanso) y un 5-1 y un 5-3 en los dos finales. El partido se desarrolló sin incidencias, con Saúl Granados nombrado MVP del choque nombrado por la Real Federación Española de Natación, y un conjunto motivado para los siguientes duelos. El equipo ahora es líder del Grupo D de esta Segunda Nacional y jugará a domicilio en Elche la próxima jornada.