El Club Deportivo Waterpolo Málaga cerró la primera fase en el Grupo A de la Segunda Nacional masculina con un sabor agridulce. Y es que, aunque se firmó un gran partido y se dominó durante muchas fases del juego, el marcador final reflejó un empate a 10 goles ante el Colegio Brains de Madrid a domicilio y el punto extra también se quedó en la capital de España por la suerte de los penaltis.

Las sensaciones, a pesar de caer en la tanda de la pena máxima, han sido buenas, ya que el partido empezó con un fulgurante 0-4 para los de Wil Sánchez. Esto respalda la mejoría del equipo y su evolución a la hora de querer dominar el juego. Acabando posteriormente con un gol de Juan Bravo para rescatar un empate que, al final, supo a gloria; demostrando en esta última faceta que también se sabe sufrir y elegir bien las jugadas en los momentos importantes.

Además de este inicio y este final, los cuartos intermedios se caracterizaron por una defensa algo desordenada del CW Málaga, que trató de tapar las embestidas del Colegio Brains, viéndose superado en muchos momentos. De no encajar un solo gol en el primer cuarto, la portería malagueña fue perforada hasta en cuatro ocasiones en el segundo periodo. Esto descentró un poco a los jugadores malagueños, que perdieron ya esa posición de dominio hasta el final del juego. Esta situación también se repitió en el último periodo, encajando tres goles consecutivos en los primeros compases y viéndose contra las cuerdas al final.

Con este devenir, solo se pudo salvar un punto y la seguridad desde el punto de penalti del Colegio Brains fue más determinante.

De este modo, el CW Málaga acaba quinto en esta fase regular de la Segunda Nacional masculina y afrontará con muchas ganas la Fase de Permanencia.

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