El Club Deportivo Waterpolo Málaga demostró que, aunque no ha podido estar arriba en la clasificación del Grupo A de la Segunda Nacional, puede tambalear a cualquier rival; incluso de los más históricos y que mejor juego venían mostrando en esta temporada, el Real Club Canoe de Madrid.

10-10 en el tiempo reglamentario, tras los cuatro periodos, mostrando el equipo malagueño un gran pundonor y muchas ganas de hacerlo bien. Y cayendo solo en los penaltis (2-4), en este formato de competición que obliga a lanzar penas máximas en caso de empate, para otorgar un punto extra al vencedor de la misma. Los madrileños estuvieron más acertados y los de Wil Sánchez tuvieron que conformarse con un punto.

 El partido fue de dominio alterno. El Waterpolo Málaga salió muy concentrado,  con ganas de hacerlo bien y estando muy sólido en defensa y muy preciso en ataque. Los goles iban cayendo y se mostraban muy confiados en los lanzamientos y en las combinaciones en la portería rival, que fueron muy rápidas.

Con esta dinámica se llegaron a poner 7-4 a mediados del segundo cuarto y con un gran dominio en las distintas posesiones. Pero en el tercero, cambiaron las tornas y con un parcial de 1-4 los madrileños se vinieron arriba y demostraron que querían ganar el partido. Mayor experiencia en algunos momentos puntuales y estar ante uno de los favoritos al ascenso hicieron que el sueño se desvaneciera. Aún así, en el último minuto con un gol de desventaja, el equipo de Inacua sacó fuerzas de donde no las había para empatar el duelo a falta de 35 segundos. Simón Cisneros enloqueció a la grada. En los penaltis no hubo tanta suerte.

A falta de una jornada para acabar la fase regular, los malagueños esperan confirmar su actual quinta plaza y afrontar de la mejor forma la fase de permanencia en Segunda Nacional.

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