El Club Waterpolo Málaga Inacua ha logrado un empate importantísimo de los que hacen historia en el waterpolo malagueño. Con un punto más, tras estar hasta cinco goles por debajo en el marcador en la piscina del CN Molins de Rei, la hazaña es de enorme envergadura en la piscina catalana y el camino a seguir está claro.

El Waterpolo Málaga Inacua es consciente de que puede ganar en cualquier piscina y, aunque las cosas se pongan muy en contra, siempre dan la cara. Como un 8-3 en contra en el primer tiempo, que hacía presagiar una hecatombe en lo que quedaba de partido; a partir de ahí, la calidad resurgió en el descanso y en los tiempos muertos de Peter Kubicsko. El tempo del partido y la dinámica del juego cambió hasta nuevos registros.

La confianza se instaló en el brazo de los malagueños, el apretar de dientes y el compromiso del equipo se volvió a imponer en una de las piscinas más difíciles del año. «Nuestro equipo es capaz de ganar en cualquier sitio», comentaba uno de los integrantes de la expedición. Y no le faltó razón hasta firmar un 6-1 en el segundo tiempo, sin mirar atrás y sin lamentarse por errores anteriores. Un 6-1 a domicilio es una cosa muy seria para que este equipo presente su candidatura a quedarse en la Primera Nacional masculina en las próximas temporadas.

Puntos más que importantes para sentirse orgulloso del waterpolo malagueño, de representar a Málaga en un duelo tan complejo. Y de reconocer la labor de todo el equipo, capitaneados por Alfonso Wuncherpfenig (7), Samuel Ruiz (4) y  Nadir.

Un baño de realidad para seguir trabajando en el sentido adecuado, saberse fuertes para lo que queda de temporada y conocer sus aptitudes para lo que queda de temporada,