Cuanto más se consolida el proyecto de cantera del Club Deportivo Waterpolo Málaga, más se reafirma, afortunadamente, en todas las secciones y equipos del club. Así, los conjuntos femeninos han crecido sobremanera en los últimos meses, nada menos que en un 40% en cuanto a número de jugadoras; hasta superar el medio centenar, y notando una notable mejoría en cuanto a juego y resultados. Estar en el podio andaluz es toda una realidad en esta temporada.

2022 de lo más ilusionante el que se avecina para las chicas del CDWP Málaga. Con equipos en todas las categorías federadas, desde benjamín a sénior (pasando por alevín, cadete y juvenil, además de la escuela), las expectativas siguen en todo lo alto, por las ganas que muestran las pequeñas de seguir aprendiendo y divirtiéndose en la piscina.

La coordinación en los equipos femeninos de la entrenadora Sara Fernández, en su segunda temporada en el club tras una larga trayectoria en el deporte y el waterpolo femenino, ha sido un elemento clave para esta evolución. Contar con entrenadores implicados también es fundamental para el proyecto de cantera del club malagueño. «Hemos pasado en pocos meses de 35 a más de 50 niñas, pero más que la cantidad; lo importante son las ganas que muestran en un deporte tan difícil, siempre están con la sonrisa y deseando jugar, y la mejoría en el juego se nota», apuntó Sara Fernández. Los resultados acompañan, y lo hacen; como en los equipos masculinos, luchando y trabajando por superarse cada día a sí mismos y a rivales y compañeros de mayor edad. Así, en el equipo de Primera Andaluza femenina, casi todo el bloque es de categoría juvenil, con lo que el margen de mejora es enorme. Y los números de este año ayudan a confiar en estar en la lucha por el título autonómico. «Con esta evolución, debemos estar ahí, cumpliendo así uno de los objetivos marcados y con la cierta seguridad de que si siguen en este deporte, tendremos equipos más potentes en los próximos años», apuntó la preparadora Sara Fernández.

La dinámica es similar en el resto de categorías, en el equipo juvenil también militan de forma asidua jugadoras cadetes, las cuales también se ayudan de infantiles para su competición. En alevín, donde más se nota el trabajo de captación e integración de jugadoras, el equipo es más compacto con su franja de edad, y están consolidando el inicio del proyecto femenino de los próximos 5 o 6 años. Por supuesto, también hay grupos en benjamín y en las escuelas, donde se compite de forma amistosa en concentraciones y eventos internos. Tanto en la escuela, como en la competición de benjamín a infantil, resaltar también que los equipos mixtos son ya habituales en el waterpolo desde hace años, produciéndose una integración de chicos y chicas que no se hace para nada extraña entre los propios jugadores, así como entre familiares y aficionados. Otro gran triunfo de nuestro deporte.

Con enorme sencillez y naturalidad, los equipos femeninos del Waterpolo Málaga siguen creciendo, y los números y las sensaciones así lo confirman para un 2022 que se antoja totalmente espectacular.